Cómics de humor

Los mejores cómics de humor

Los cómics de humor conforman uno de los géneros más relevantes del panorama de los tebeos. Muchos otros géneros contienen también, dentro de sí mismo, alguna referencia humorística. 

Se puede distinguir a los cómics de humor entre otros géneros por la inclusión en ellos de gags, chistes o bromas, y cientos de situaciones insólitas que tienen como objetivo provocar una sonrisa al lector. Se podría decir que dentro de este género no existe una planificación como sucede, por ejemplo, en los cómics de ciencia ficción, ya que la introducción de gags solo busca crear una situación graciosa, y muchas veces no requiere necesariamente de un contexto.

LOS FORMATOS DE LOS CÓMICS DE HUMOR

El origen de los cómics de humor nace con las tiras cómicas que originariamente se publicaban en la prensa. Estas tiras eran de extensión generalmente breve y se centraban en exponer un chiste o gag en un número muy limitado de viñetas. Generalmente son dibujos de trazo limpio, sin sombreado, donde destaca un mayor uso de las onomatopeyas y los símbolos cinéticos. Algo que solía destacar de las primeras tiras cómicas y que aún se puede apreciar en algunos cómics de humor es la escasa variación del ángulo visual.

LOS ORÍGENES DE LOS TEBEOS HUMORÍSTICOS

La revista británica Punch (1841) fue el origen de la expansión mundial de los cómics de humor. El modelo que planteaba esta revista fue imitado en todo el mundo. Surgieron así personajes fijos, como el británico Alley Sloper, La famille Fenouillard y Little Bears and Tigers.

Grandes títulos del género de humor se fueron sucediendo a lo largo de los años. Series costumbristas bañadas de humor como Polly and her pals (1912) de Cliff Sterret, Bringing up father (1913) de George McManus o Blondie (1930) de Chic Young y Krazy Kat (1913) de George Herriman, se volvieron grandes clásicos del momento. 

En 1919 aparecería por primera vez Popeye, dentro de Thimble theater. Por ese tiempo es donde ya comenzaban a verse relatos más largos donde abundaban más los gags humorísticos.

LA ÉPOCA DORADA DE LOS CÓMICS DE HUMOR

En poco tiempo el género de humor empezaría a tener como protagonistas más predominantemente a personajes infantiles. A pesar de esto, serían historias con una fuerte carga intelectual. Esto ocurriría en historias como Nancy (1938) de Ernie Bushmiller, Barnaby (1942) de Crockett Johnson, Pogo (1948) de Walt Kelly y Peanuts (1950) de Charles Schulz, con su mundialmente famoso Snoopy.

Mediados de los 40 fue la época dorada para los cómics de humor españoles. Autores cómicos de Bruguera crearían su propio estilo claramente reconocible, destinado al entretenimiento infantil pero con tintes de costumbrismo satírico, donde frecuentemente se presentaban conflictos laborales y familiares. Uno de sus referentes era La familia Ulises (1945), publicada por Joaquín Buigas/Marino Benejam.

Una parte importante del aporte a este género ha venido de la mano de revistas satíricas de humor, como la revista MAD en Estados Unidos o como sigue siendo El Jueves para los lectores españoles. En este sentido, los cómics underground también ayudaron a enriquecer el género, contando muchas de sus historias independientes en clave de humor.

LOS CÓMICS DE HUMOR DE AQUÍ Y DE ALLÁ

El género de humor está repleto de historias que, como comentábamos al principio, abarcan muchos otros géneros. Desde cómics de superhéroes contados con mucha guasa (como Deadpool) hasta cómics de terror cargados de humor negro (como Crossed).

Algunos de los mejores cómics de humor españoles, seguro conocidos por todos, son las historias creadas por Francisco Ibáñez, José Escobar y Manuel Vázquez. Historias como Mortadelo y Filemón, El Botones Sacarino, 13 Rue del Percebe, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos, La Familia Trapisonda, todas estas de Ibáñez. Zipi y Zape y Carpanta, de Escobar. Y Anacleto, agente secreto, Las hemanas Gilda o La Familia Cebolleta, del gran Vázquez.