Cómics de terror

¿Qué son los cómics de terror?

Una manera sencilla de definir qué son los cómics de terror sería decir que son las historietas cuya intención es provocar en el lector sensaciones de pavor, miedo, disgusto u horror. Son tebeos en los que la trama incluye alguna fuerza, evento o personaje de naturaleza maligna con origen criminal o sobrenatural. En sus viñetas no es raro encontrar personajes como fantasmas, vampiros, hombres lobo, demonios, brujas o zombies. Así como hay personajes clásicos, también hay escenarios clásicos. Muchas historias se desarrollan en los típicos cementerios, casas abandonadas, laboratorios lúgubres o jardines decadentes. Esto no quita que no haya cómics de terror que dirijan sus narrativas en otros sentidos. Algunos de estos tebeos buscan despertar el miedo a través de fobias diversas, como la claustrofobia o la nictofobia.

La estructura habitual de los cómics de terror se compone de un relato breve, con un desenlace que resulta impactante. Ya en los años 50, EC Comics (editorial también de cómics de ciencia ficción) fue quien sentó esta base de la clásica estructura del terror. De ellos surgió la idea de reservar la viñeta más impactante para la página izquierda, para sorprender aún más al lector al pasar la hoja.

Dentro de este género es donde incluiríamos el gore. El terror llevado a su extremo mas visceral. Páginas llenas de sangre, fluidos corporales y trozos de carne totalmente explícitos (en sentido figurado).



Los orígenes de los cómics de terror

Las primeras apariciones de historietas de terror en forma de cómic books se produjeron en 1929, pero sin gran relevancia en este momento. A pesar de que algunos los personajes pasaran por tiras Batman, no hubo mucho interés en el género. Se llegó a considerar a estas historias «no aptas para público infantil», por los que no había interés en publicarlas.

Fue en 1945 cuando se empezó a atisbar un interés del público por el género, con los cómics de Frankenstein. Dado el contexto de la Segunda Guerra Mundial, y la caída del género de superhéroes, los lectores estaban ávidos de nuevas historias. Por aquella época fue cuando EC Comics nos trajo las ya conocidas Historias de la Cripta (Tales from the Crypt), La Bóveda de los Horrores (The Vault of Horror) y La Guarida del Miedo (The Hunt of Fear). En estas colecciones, todas las historias estaban presentadas por un anfitrión, que a menudo comentaba jocosamente los detalles desagradables o se metían directamente con el lector.

En España la serie más destacada dentro de este género fue El Inspector Dan de la Patrulla Volante (1947), de Eugenio Giner.


El auge de los clásicos de terror

En los años 70, estas breves historietas con finales sorprendentes serían recreadas en las revistas en blanco y negro Creepy, Eerie y Vampirella de Warren Publishing. Estas revistas, dirigidas directamente a público adulto, podían omitir algunas restricciones de la censura que sí habían sufrido sus antecesoras años atrás. Era tal el interés que suscitaba este género, que incluso editoriales como DC y MARVEL diversificaron su producción para ofrecer su propia material. Surgieron así cómics clásicos de terror como House of Secrets (1969), La Cosa del Pantano (1971), La Tumba de Dracula (1972-1979), Weird War Tales (1971) y Ghost Rider (1972).

El 80% de los contenidos y portadas de las revistas Warren estaban dibujados por artistas de la agencia española Selecciones Ilustradas. Esto tuvo mucho que ver con el denominado Boom del Cómic Adulto en España, gracias a revistas como Dossier Negro (1968), Drácula y Vampus (1971), Pánico (1972), Rufus (1973), Vampirella (1974), SOS (1975) y Creepy (1979).


Los cómics de terror en el presente

El cierre de las revistas Warren en el 83 obligaría al género a renovarse al ser consideradas historias que «ya no asustaban a nadie». Las series como La Cosa del Pantano de Alan Moore (1984), Dylan Dog (1986), Hellblazer (1988) de Jamie Delano e historias de autores japoneses como Hideshi Hino serían los estandartes de esa renovación. Triunfarían también series como Dragon Head (1994) de Minetaro Mochizuki, Bukita-kun (1995) de Kanano Inuki, La Sonrisa del Vampiro (1998) de Suehiro Maruo o Uzumaki (1998-1999) de Junji Ito. También destacaría Agujero Negro (1993) de Charles Burns.

En la actualidad, algunos de los cómics de terror más venidos son 30 días de Oscuridad (2002), The Walking Dead (2003), Dark Water (2004) o Crossed (2008).


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